Por ARUL (Ramón Luna Ramírez)
Dulce lumen et delectabile
Est oculis videre solem.
(Eclesiastés XI, v. 7)
J ovial y engalanada como novia
U na aurora de Agosto se mostraba
A lla en las crestas vírgenes del Ande
N imbada con aureola inmaculada.
B rotó después de sus ebúrneas plantas
A I conjunto de gárrula armonía
U n surtidor de lumbre diamantina
T rémulas hebras de cambiante nácar.
I en derroches de luz y de bellezas
S ubió al cénit, cual cíclope que expande
T oda su luenga y rútila melena
A lla por los espacios siderales.
P or qué ostentó tan peregrinas galas
A quel día, de idílicas cantigas?
S upo, acaso el sol, que en su jornada
T amblen otro Josué lo detendría?
R espondióme la luz: "fue porque un niño
A lla en las márgenes del ledo Plata
N ació con los carismas del ungido,
A nte Josué, más grande por su gracia !".
ARUL. Agosto 29 de 1925.
Acróstico que el autor dedica respetuosamente al muy Rdo. Padre Juan B. Pastrana R. en su día onomástico.
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PRESBÍTERO: JUAN BAUTISTA PASTRANA RAMÍREZ |
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BIOGRAFÍA
PRESBÍTERO JUAN BAUTISTA PASTRANA RAMÍREZ
El sábado 18 del presente mes de septiembre, (1982) hacia las 4.30 de la tarde, en el hospital de Suaza, entregó su alma buena a Dios este fiel servidor de Cristo y de la Iglesia. Nació en La Plata el 29 de agosto de 1894, día en que la sagrada Liturgia celebra a quien fue mártir porque se atrevió a defender los derechos de la castidad matrimonial ante un rey adúltero; el recién nacido recibió en el bautismo con el nombre del mártir JUAN BAUTISTA el mismo santo como modelo de vida y como protector celestial. El Presbítero Juan Bautista Pastrana Ramírez honró ciertamente el sentido y la realidad del nombre con la firmeza de su carácter y con la integridad de su vida sacerdotal.
Fueron sus padres Cenón Pastrana y Rosario Ramírez. Fue ordenado sacerdote por el Excmo. Monseñor Rojas el 4 de agosto de 1918, junto con los Padres Jesús María Fernández y Gabino Gasca, ambos ya muertos.
El Padre Pastrana, después de haber prestado, con abnegación y celo apostólico, los servicios del santo ministerio en distintas parroquias, tuvo la suerte de acompañar al Excmo. Monseñor Luis Calixto Leiva, primer obispo de Barranquilla, como compañero especial de sus tareas pastorales y también durante la penosa y larga enfermedad, hasta cuando el santo obispo fue llevado a la gloria del Reino de los cielos, en 1939, en Medellín.
Habiendo regresado a la diócesis volvió a la parroquia de Acevedo y continuó, como él sabía hacerlo, su labor ministerial. En octubre de 1942, el Excmo. Monseñor Gerardo Martínez, recientemente llegado como Obispo diocesano, lo llamó para confiarle la tesorería diocesana y la administración de los bienes de la misma diócesis; desempeñó este cargo con habilidad, eficacia y lucidez por diez años; en octubre de 1952 fue nombrado director diocesano de Acción Cultural Popular, oficio que desempeñó con lujo de competencia y denodado entusiasmo, por cuanto amaba de todo corazón a los trabajadores del campo. En agosto de 1966 recibió la comunidad parroquial de El Caguán; su salud comenzaba a quebrantarse sensiblemente y en abril de 1969 pasó al Hospital de San Miguel de Neiva como Capellán. Al efectuarse en 1972 la creación de la diócesis de Neiva, quedó adscrito al presbiterio de la nueva diócesis.
Abatido por el cansancio de su mucho trabajo, con más de 78 años de edad, con achaques de vejez y serios quebrantos de salud, resolvió retirarse para vivir el tiempo que le quedaba de vida sin compromiso de cargos ministeriales: en enero de 1974 ya estaba en La Plata, su tierra natal, donde fue acogido con especial cariño y afecto por el Padre Tarquino Sierra Losada, entonces párroco de La Plata.
Al ser trasladado el Padre Tarquino a la parroquia de Gigante, el Padre Pastrana se trasladó con él y también a Suaza en febrero de este año de 1982. Como especial conocedor de almas, como acertado consejero y seguro director de conciencias, prestó constantemente su servicio en el sacramento de la reconciliación, atendiendo a penitentes de diversas categorías, en forma abnegada e incansable. Su labor de consejería espiritual despertó no pocas vocaciones a la vida religiosa, especialmente para la comunidad de Siervos de Cristo Sacerdote, y profesó especial interés y paternal afecto a la Orden de Pobres Clarisas, quienes ahora se encomiendan a él con agradecido afecto.
Como sacerdote llevó una vida integra y ejemplar: profundamente piadoso, firme en rechazar y detestar el mal, en condenar los vicios y en exhortar con fervoroso celo a la práctica del bien; vivió un amor ardiente al Divino Maestro y una devoción confiadamente filial a la Santísima Virgen María, a quien ofreció cada día la plegaria del santo Rosario: pronto y generoso en obediencia, asiduo en la oración, incansable en el trabajo, sufrido en los contratiempos y en las enfermedades, sincero y fiel en la amistad, franco sin dobleces, servicioso sin regateos, amplio y seguro en el hablar.
Desde luego debemos esperar que el Señor le tenía preparada una magnífica corona para recompensarlo como siervo bueno y fiel.
Al Excmo. Señor Obispo, al Presbiterio diocesano, a las comunidades cristianas que recibieron su benéfica asistencia pastoral, a sus hermanos y familiares presentamos nuestra más sentida expresión de condolencia.
Monseñor Francisco A. Cadena
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TOMADO CON FINES PURAMENTE CULTURALES DE LA PUBLICACION:EL ECO DEL VATICANO No. 695, ORGANO OFICIAL DE LA DIOCESIS DE GARZON, OCTUBRE / DICIEMBRE 1982, DIRECTOR: LEONIDAS ORTIZ LOZADA. Páginas 34, 35 y 36
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