Recuerdos de Acevedo Huila "BLOG CULTURAL" Editor: Edgar Mora Cuéllar
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martes, noviembre 13, 2012
ANTES DEL CINE (A Luis Mosquera Gutiérrez)
ANTES DEL CINE (EN LOS AÑOS 70)
El gato montés: Me suena que el señor Luis Mosquera Gutiérrez, cuando proyectaba el cine en Acevedo Huila, hacía oír este pasodoble, significaba: es la hora está todo listo para comenzar... (1968)?
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--- El sonido del espectáculo que en esa época congregaba fielmente a las familias a disfrutar del Séptimo Arte, que nos llenaba de fantásticas imágenes constructoras de esparcimiento y cultura. Muchas gracias; Luis Mosquera, por su aporte a este mi pueblo, el lugar escogido por usted para vivir actualmente... y ahora su pueblo.
Viajamos en un planeta en el que no sabemos quienes son nuestros compañeros de viaje, nuestros vecinos, llevamos como equipaje, muchas veces, lo que no necesitamos cuando lleguemos a donde suponemos ir y es posible que se nos olvide de donde venimos y para donde vamos, somos bastante inconscientes de lo que hacemos con nuestro destino.
A Henry Macías Ramírez compañero asesinado cuando empedraba las frágiles paredes de esta noche que por ahora es nuestra patria.
I
Ellos compañero siembran nuestra esperanza cada vez que entierran nuestras vidas Ellos compañero siembran nuestro mañana sellándonos ahora la mirada Esta, compañero nuestra disculpa a una muerte y la justificación de una vida Ellos compañero necesitan transitar nuestras avenidas con sus balas sellos u.s.a. para mantener limpios de nuestras hambres sus oscuros rumiaderos Ellos compañero por eso voltearon tu boca viento mañanero y callaron tu canto río lleno y pudrieron tus piernas carrera verde y aquietaron tu corazón torrente escarbándote la vida c o m p a ñ e r o
II
Aún no te había crecido la ternura a la altura del dolor y el amor era apenas una sucia mueca del diario arrastrarse de la miseria regada pero aun así llegaron ellos y te llenaron la boca de silencio y de sombra las pupilas Aún biches eran tus manos y tu espalda aún frágil para levantar tanta impudicia y cargar este sufrimiento acallado de nuestro pueblo pero aún así llegaron ellos y te llenaron la boca de silencio y de sombra las pupilas Aún tenias corta la mirada y no te alcanzaron los ojos para divisar lo escondido detrás de las balas: el fulminante dorado que las hace estallar a la menor insinuación de ruido en sus predios pero aún así llegaron ellos y te llenaron la boca de silencio y de sombra las pupilas Aún tus pasos no eran pasos para recorrer una larga distancia hacia la vida ni tus pies conocían ya cuánto silencio tenían que romper pero aún así llegaron ellos y te llenaron la boca de silencio y de sombras las pupilas Tu corazón, era tan pequeño aún tu corazón tenias aún tan niño el corazón que no pudo albergar la vida junto a ese frío tremendo que te acuñaron y ese frío no podía cohabitar con la vida ni tampoco quiso salirse de tu costado porque él no era más que el remecero servicial que te traía la eternidad en el sombrío golpeteo de las balas.
JOAQUÍN PEÑA GUTIÉRREZ Bogotá, mayo 13/73. Tomados de LECTURAS DOMINICALES - EL TIEMPO
EL TRIBUNO DEL PUEBLO
José Acevedo y Gómez
Reflexión
"Cada árbol por su fruto se conoce; que ni de los espinos se cogen higos, ni de la zarza se cosecha uva"
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LA HISTORIA DE ACEVEDO LA VIVIMOS Y LA RENOVAMOS TODOS A MEDIDA QUE CONSTRUYAMOS UNA MEMORIA OBJETIVA DE SUS GENTES Y DE SUS HECHOS.
BLOG DE DIFUSIÓN CULTURAL, PARTICIPATIVO... CREADOR Y EDITOR: EDGAR MORA CUELLAR
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Himno de Acevedo Huila
Autor: Ramón Luna Ramírez. (ARUL)
Coro: Gloria al pueblo de Acevedo, bello símbolo de paz, de trabajo y armonía, de virtud y libertad (Bis).
I Gloria al pueblo que ostenta orgulloso del tribuno el nombre inmortal, y que vela sus nobles despojos en el templo de augusto oquedal.
II Gloria al pueblo que lleva en sus venas sangre virgen de raza Andaquí y la hidalga y ardiente de Iberia que llevara en sus venas el Cid.
III Gloria al pueblo gentil de Acevedo cuyos hijos son timbre de honor; y sus nobles mujeres, ejemplo de virtud, sacrificio y amor.
IV En sus rientes montañas y valles se oye siempre la alegre canción del trabajo y la paz, cual del ave sus cantigas que alaban a Dios.
V En remotas edades, su río un milagro de artistas obró en la roca que hallo en su camino cuando inquieto hacia el norte marchó.
VI Un alcázar de góticas formas de magnética y honda atracción de aquella espelunca que asombra, de los guácharos, bella mansión.
VII De este río el nostálgico acento es el eco de un canto marcial; a sus márgenes fieros guerreros iban siempre a cantar y danzar.
VIII Gloria al pueblo que ostenta hoy ufano y orgulloso su fe y religión y que guarda blasones sagrados de trabajo, virtud y valor.
IX Dios proteja por siempre a este pueblo y defienda a sus hijos del mal cual el ave a sus tiernos polluelos, cual soldado a su patria y hogar. ---
La Danza del Churumbelo, "costumbres y tradiciones de los indios Andaquíes", es una obra investigada y creada por el Grupo Folclórico La Tierra de Mocoa Putumayo Colombia, una investigación hecha por su director, el Profesor Jovanny Rodríguez, coreografía de Maicon Casanova Rueda y Música de William Bastidas y la agrupación Rukun. Esta obra narra las costumbres y creencias dentro del contexto mitológico de los indios Andaquíes, seres aguerridos que habitaron la Serranía del Churumbelo ubicada en la zona oriental montañosa de Mocoa hace más de 500 años.
Bandera de Orito (Putumayo)
LA DESCRIPCION DE LOS COLORES DE LA BANDERA ES NEGRO PETROLEO, EL AMARILLO RIQUEZA Y EL VERDE LA SELVA...
Himno de Orito (Putumayo)
Letra: Luis E Rodríguez - Música: Luis Felipe Obando.
BANDERA de Acevedo (Huila)
Consta de tres franjas formando una un triangulo con una de ellas, (...??) los colores son: cafe, Amarillo y Verde.
El Cafe significa la capucha de los los frayles capuchinos quienes nombraron el primer sacerdote para esta localidad. El Amarillo significa la riqueza de Acevedo. El Verde Significa la esperanza natural del pueblo Aceveduno y sus montañas.
La condecoración fue entregada en el marco de la celebración de los 250 años del Municipio.
Considerando que el municipio de Acevedo celebró el pasado 6 de agosto (2006) 250 años de su fundación, lo cual constituye un acontecimiento digno de relevarse, el gobernador del Huila, Rodrigo Villalba Mosquera, entregó este sábado 12 de agosto, la condecoración Orden al Mérito Huilense a la bandera de la localidad.
La imposición se realizó en el marco de la presentación del café Acevedo 250 Años que el Comité Nacional de Cafeteros distribuye en todas las tiendas Juan Valdez del mundo.
Villalba Mosquera exaltó que Acevedo es uno de los sectores del territorio departamental más fructífero y con ello beneficia a su comunidad, al Huila y al país.
Así mismo, señaló que la comunidad aceveduna se caracteriza por estar habitada por gentes laboriosas, honradas, acogedoras y con visión de progreso.
El mandatario de los huilenses agradeció al Comité Nacional de Cafeteros y al Departamental, en cabeza de Rigoberto Cicery Arriguí, quienes han hecho posible que el Huila sea considerado hoy el territorio donde se produce el mejor café de Colombia, a tal punto que durante los dos últimos años ha sido el ganador del concurso Taza a la Excelencia.
El municipio de Acevedo se encuentra ubicado al sur del departamento del Huila. Uno de sus grandes atractivos turísticos son los productos artesanales como los sombreros tejidos en paja, así como el gran espectáculo que ofrece el cerro Punta donde se encuentra ubicado el Parque Nacional Cueva de los Guácharos, una de las maravillas naturales del país.
Bandera de Acevedo estado de Miranda en Venezuela. El Municipio Acevedo es uno de los 21 municipios que integran el Estado Miranda, Venezuela.
CAUCAGUA Capital de Acevedo (Miranda - Venezuela)
El pueblo de Caucagua fue llamado Valle de Araguata hacia 1690. Fue refundado con el nombre de Caucagua en 1752. El obispo Mariano Martí le dio el nombre Nuestra Señora del Valle de la Santa Cruz de Caucagua en 1784. La población en 1783 fue 2422 habitantes. Para el Censo del año 2001, la ciudad contaba con aproximadamente, 35.000 habitantes.
Contó con cierta prosperidad, dado que se encuentra en una encrucijada entre Caracas, el Oriente de Venezuela, y el resto del estado Miranda, además de por ser un núcleo agrícola, principalmente por la producción de cacao en sus tierras de extraordinaria fertilidad. Durante la Época Colonial grandes y prósperas haciendas cacaoteras, de familias de la aristocracia criolla, se desarrollaron en las áreas aledañas, dando origen a la calificación de "Gran Cacao" para referirse a un gran señor feudal. En los últimos años ciertas industrias sea han asentado en la periferia de la misma. Vea: Acevedo (Buenos Aires) Argentina
Cosido y bordado a mano (Seda e hilos) No. Registro: 137 - Museo Nacional de Colombia
El desolado y solitario final del Tribuno del pueblo
LECTURAS DOMINICALES EL TIEMPO Mayo 14 1967
150 años de la oscura muerte de José Acevedo y Gómez
Su poderosa voz de tribuno era el índice de la tercera reivindicación nacional.
Cuando vio que era la hora de la eterna partida hacia las regiones gélidas de la muerte, llamó a su protector, el negro Lorenzo, a quien encomendara su alma al Señor y que le recitara las preces de los agonizantes.
Por Carlos Arturo Galvis Ramírez
La voz en la noche del 20 de Julio de 1810
En una de las crónicas del castizo escritor Juan Lozano dice que cerraba la noche rápidamente; no había una sola luz en aquella inmensa plaza mayor de Santa Fe, fuera de las débiles bujías que, como trémulos puntos de referencia, ardían en el interior de algunas casas; una voz como el trueno sin cuerpo, llenaba los ámbitos y presentaba a la multitud compacta y estremecida que, abajo, llenaba el gran cuadrilátero, perspectivas prodigiosas de cosas jamás antes dichas y oídas en los siglos de la noche colonial. Aquella gran voz de tribuno demosteniano, ardiente, sustantiva, venía de arriba de una arquería perdida en la sombra de la familiar casa del Cabildo de Santa Fe de Bogotá. El costado occidental de la actual plaza mayor donde hoy está la Alcaldía Mayor del Distrito Especial, estaba perdido en la oscuridad; las gentes enardecidas concentraban difícilmente sus miradas en aquella informe masa de edificaciones; pero la gran voz seguía campaneando, incorpórea, como surgida de las ruinas ahumadas de más de 300 años de gobierno extracontinental, dominando con su acento metálico sobre la inmensa muchedumbre. Seguramente estaba inspirado en la proclama que habían leído 31 años antes en Silos de Tupac-Amaru cuando ordenó desconocer la soberanía de los españoles en el Perú y todo el Continente, y en el sacrificio inhumano de José Antonio Galán, el "pastor que prendió la antorcha de la libertad.
Así surgió Colombia
Así, de la conjunción de la inteligencia con el pueblo, surgió de entre la larga noche de la Colonia, la Patria que más tarde libertó en Boyacá Francisco de Paula Santander, 157 años, el 20 de Julio de 1810. José Acevedo y Gómez, rico, a base de trabajo escalonado y largo, hermoso al estilo griego, culto, humano y patriota, uno de los ciudadanos más brillantes del Nuevo Reino de Granada, iniciaba y conducía la tercera revuelta del pueblo contra la injusticia, la iniquidad, la opresión y el privilegio, la división de clases; su poderosa voz de tribuno era el índice de la tercera reivindicación nacional. Al terminar su inigualable arenga, al estilo de Mirabeau, el líder de la Revolución Francesa, a las 8 de la noche, dio el último golpe estratégico y político sobre el ánimo popular y entonces fue cuando el pueblo lo comisionó para que fuera proponiendo uno a uno los nombres de las personas que deberían formar la junta de gobierno. Quiso decirle a ese pueblo que las naves estaban quemadas, que el acto heroico que estaba cumpliéndose era demasiado grave y acarreaba tremendas responsabilidades y que no se podía retroceder; y fue el momento culminante cuando pronunció las memorables palabras que lo han inmortalizado ante la historia: "Si perdéis estos momentos de efervescencia y de calor, si dejáis escapar esta ocasión única y feliz, mañana seréis tratados como insurgentes, ved, dijo, señalando las cárceles vecinas, las cadenas y los grillos que os esperan". Y así, pasada la medianoche, contra el querer de los fernandistas que allí había, a petición del pueblo, daba los nombres para la nómina gubernamental. El, modesto y sencillo, fue el último en figurar en la junta de gobierno y eso porque el pueblo desde el gran escenario lo obligó a que aceptara.
La cuna del Tribuno del Pueblo
Parodiando a Ricardo León en su brillantísimo elogio a Castilla La Vieja, en España, se puede decir de Charalá, la cuna del héroe del 20 de julio: "Eres adusta como el desierto, severa como el semblante de los héroes antiguos, villa que es como madre y nodriza de pueblos, campo de cruzadas, teatro de epopeyas, coso de bizarrías; foro y aula; templo y castillo; cuna y sepulcro; cofre y granero; mesa y altar; asiento de patriotismo, crisol del oro, y yunque del hierro. Eres pobre y sin embargo nutres el caudal ajeno; eres vieja y aún tienes nuevas entrañas y nuevos bríos, con qué criar nuevos seres. Cargada de siglos estás, lo mismo que de desengaños y das hijos para gobernar la heredad; te pareces a los sarmientos generosos de tus vides, secos y nudosos, pero ricos en savia fecunda y cargados de racimos". Esa es Charalá en donde vino a la vida el héroe el 4 de febrero de 1773, como otros héroes, siendo sus padres don Juan Manuel de Acevedo y doña Catalina Gómez Romano.
Servicios a la Patria después del 20 de Julio
En los días, meses y años que siguieron al 20 de julio, la casa del tribuno se convirtió en plantel de militares y de patriotas civiles que después sobresalieron en la vida pública en diversos campos. No había permanecido ocioso el Regidor Diputado, sino que en su calidad de jefe civil y militar de varias provincias, había hecho lo humanamente posible por allegar comestibles, ropas, armas, municiones a los oficiales y soldados que se aprestaban a hacer frente a los de la reconquista de los españoles, patriotas que desventuradamente quedaron derrotados en la batalla del Páramo de Cachiri, en donde adquirió su sentencia de muerte el general Custodio García Rovira.
El dilema definitivo
Después de la brillante actuación de la vida pública de José Acevedo y Gómez, tenía ante sí dos caminos: huir en espera de posteriores oportunidades o ir a una muerte segura e inútil. No había ni que pensar en confiarse en la benignidad de los pacificadores, pues en su perfidia ya habían dado múltiples pruebas de su crueldad y ellos querían reconquistar sus dominios, quitados a las razas indígenas, sobre la trágica paz de los sepulcros. Los hechos, tal como lo experimentaron los Comuneros encabezados por Galán, confirmaron la doliente previsión del formidable Tribuno del Pueblo y acreditaron en él la visión certera de hombre de acción pública. El patriota quería reservar su vida para mejor oportunidad, según le había dicho a Santander, su cercano amigo de aspiraciones colectivas; pero ya su escasa fortuna, gastada en la noble campaña, le deparaba al personaje un aciago destino. Tan cierto es que sin la complicidad de la fortuna monetaria, no hay que esperar prosperidades y aciertos de los esfuerzos humanos.
El éxodo al Brasil
El 2 de mayo de 1816 ante la cercanía del cruel Pacificador y de su terrible agente don Juan Sámano, José Acevedo y Gómez en compañía de su hijo Pedro Acevedo Gómez Tejada, emprendieron el camino del doloroso destierro hacia el milenario Amazonas, junto con otros patriotas que desistieron de la empresa al llegar a Neiva. Los dos héroes después de entregarse a la buena fe de un amigo que les resultó infiel, ya que se robó las joyas y los pocos dineros que le habían dado en guarda, siguieron a Timaná en donde lograron desprenderse hábilmente del negro venezolano que se proponía delatarlos como fugitivos peligrosos para las autoridades españolas.
Ya desprovistos de los elementos indispensables para la vida, se adentraron en la selva de los andaquíes, en donde moraba una agrupación indígena de la lengua Chibcha que era enemiga encarnizada de los españoles y, al cabo de tres días de camino por entre la manigua, tuvieron la buena fortuna de encontrarse con el humano indígena Tonariví, quien les dio albergue en su bohío por algún tiempo y les hizo ver los peligros que había dentro de la selva amazónica en donde moraba una tribu de la lengua Arawaak, muy feroz, y les ofreció acompañarlos en su regreso al pueblo de Suaza, en donde el buen párroco los acogió con cariño y les ofreció ayuda para que se encaminaran hacia el corazón de la selva a fin de que estuvieran a salvo de los españoles. A este escondite acudiría de tiempo en tiempo el guía a llevarles noticias de parte del sacerdote y provisiones alimenticias. A la buena fe del párroco los Acevedo entregaron sus últimos dineros que les quedaban de la antigua fortuna.
La vida de los héroes en la selva de los andaquíes
Los dos héroes se instalaron en una cueva que había en el frontis principal de una inmensa peña, en donde hicieron una chocita a la entrada. Cinco meses de padecimientos habían pasado sin recibir noticias, pues el hombre que les traía provisiones no volvió, ya que había ido a parar a la cárcel denunciado como cómplice de los insurgentes. Meses de angustias cuando tenían que alimentarse, tal como lo hicieron hace unos 15.000 años los primeros habitantes de América, con frutos silvestres y animales de monte. Pedro, por su juventud, más fuerte para las penalidades, se vio pronto acometido por las fiebres tercianas, y la inanición debilitó al padre, prendiéndole en el cerebro visiones de locura. Esta fue una nueva prueba para la piedad filial de Pedro que en vano se ingeniaba ideas y hechos para remediar la triste situación de su progenitor.
La resolución desesperada
Ante tan terrible situación no valía la pena la vida. Había que abandonar aquella enmarañada selva y volver a los centros urbanos. Emprendieron la penosa marcha y a poco andar se encontraron con un desconocido que de parte del párroco les llevaba víveres y noticias. El mensajero les refirió que el sacerdote denunciado ante los españoles como cómplice había tenido que "purificarse" varios meses en la cárcel, de donde acababa de salir. Traía instrucciones para conducirlos a un lugar de un clima más benigno y seguro, encomendándolos a la generosa hospitalidadde una familia de esclavos negros que había huido horrorizada de la crueldad de sus amos en Popayán. ¡Cuánto hubieran dado el Diputado Regidor y su, hijo por no volver a la selva y antes preferirían correr todos los peligros que ofrecían en ese luctuoso tiempo la vida enlas ciudades! Pero la carta del párroco los disuadió por completo, ya que los pacificadores aumentaban día a día sus escenas de horror y espanto al anegar el suelo de la Patria en sangre.
La vida en la cabaña del negro Lorenzo
José Fulgencio Gutiérrez, el malogrado historiador santandereano y quien me ha servido de guía para hacer la síntesis de la vida de un gran hombre, dice que a fines del mes de marzo de 1817, los héroes habían tomado la resolución de ir a golpear con su bastón de desvalidos perseguidos a la rústica cabaña de los esclavos que habían tenido por mejor comercio el de los animales de la selva que las irritantes iniquidades de los españoles en Popayán. Subieron por la margen derecha del río Jesús y pronto pudo enseñarles el guía el bello paraje en donde moraba el ex-esclavo Lorenzo junto con sus familiares, cabaña compuesta de tres chocitas, y una de ellas fue desde el primer momento la vivienda de los próceres. Pedro se vio pronto azotado por las fiebres y la misma suerte corrió su atribulado padre, a quien una oportuna sangría que le hizo el dueño de casa, lo libró ese día de la muerte.
Desenlace final el 2 de mayo de 1817
En la mañana brillante de sol del 2 de mayo de 1817, hace 150 años, primer aniversario de la salida de Bogotá de los dos próceres, el Tribuno previendo el desenlace final de su vida, llamó conmovidamente a su hijo, presa todavía de las tercianas, le hizo conmovedoras recomendaciones de afecto paternal, le insistió en que velara por la suerte de su madre y hermanos, ya que a esa hora sufrían la brutal persecución de don Juan Sámano en Santa Fe, le dio el último adiós en religiosa escena y cuando vio que era la hora de la eterna partida hacia las regiones gélidas de la muerte, llamó a su protector, el negro Lorenzo, a que le encomendara su alma al Señor y que le recitara las preces de los agonizantes, y cuando el negro y humano cimarrón le recitaba el Miserere, José Acevedo y Gómez, el Regidor Diputado y Tribuno del Pueblo, expiró en las orillas del río Jesús. Su cadáver fue enterrado cerca a la casa, al pie de un coposo árbol.
Hoy, la nación, tu pueblo, agradecidos en este sesquicentenario de su muerte, presentan el conmovido y profundo homenaje de gratitud y admiración a quien apadrinó a la República en su bautismo, porque el natalicio fue el 16 de marzo de 1781, y lo muestra como ejemplo a las juventudes de cómo se ama y se trabaja por la Patria.
En cuanto a su hijo Pedro, agobiado por la pena y quebrantado hondamente en su salud, tuvo que abandonar la cabaña, su segundo lar, y la tumba de su padre. El destino le impidió llegar a su hogar, pues fue apresado al arribar a Neiva. Después ingresó a las filas de los soldados de la libertad, en donde obtuvo honores y ascensos.
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ANTES DEL CINE (EN LOS AÑOS 70)
El gato montés: Me suena que el señor Luis Mosquera Gutiérrez, cuando proyectaba el cine en Acevedo Huila, hacía oír este pasodoble, significaba: es la hora está todo listo para comenzar... (1968)?
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Fotografía: Edgar Mora Cuéllar - 2009
Saludo especial para el Profesor LUCAS MENESES
Bogotá, junio 15 de 2009 Agradecimiento especial por el e-mail recibido del Profesor Lucas Meneses de Acevedo Huila. Rector de la Institución Educativa José Acevedo y Gómez. La conforman trece sedes (La Carbona, Las Mercedes, San Antonio, Llanitos, Mesa Alta, Pueblo Viejo, La independencia, El Mirador, Escuela José Acevedo y Gómez, Ramón Luna Ramírez, Sicandés, San Francisco y el Colegio José Acevedo y Gómez) con un número de 1800 alumnos, 62 docentes.
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Del río Suaza en arenosa playa
hay un árbol añoso y corpulento
que ya muerto, desnudo y solitario
atalaya parece desde lejos.
Allí vino a posarse, silencios...
Tañidos y sones idos
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Voz soberana
Guturales voces de voluptuosos instrumentos
tremulan en cefíricos mundos suspendidos
perfilándose lúbricos y lubigantes hades...
En el sere...
Figura en concreto ubicada en el Colegio José Acevedo y Gómez
En Acevedo Huila - Autor: Edgar Mora Cuéllar - 1979 / Fotografía: Edgar Mora Cuéllar - 2009 / Restaurada y ubicada por iniciativa del profesor Carlos Julio Hernández
Este blog personal es inspirado en las carteleras hechas a mano por el profesor Ramón Luna Ramírez
Mi maestro de grado 3 en 1964 - En Acevedo Huila - Quien me inculcó las inquietudes artísticas, creativas y de reflexión humanista.
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Reciente CD. publicado para Europa y el mundo
Filomeno Hernández
Importante Artista (Pintor) de Suaza Huila
Filomeno Hernandez (Video)
Filomeno Hernández Artista Huilense
Talla en madera
Al Filo fantástico de Meno
Meno es el hermano menor; Filo el mayor. Ambos nacieron en Suaza. El uno dibuja y el otro inventa. Éste traza, aquél colorea. Filo es el borde de la realidad. Meno es su centro.
Su diferencia es la misma que hay entre Suaza y Suiza; un fonema abierto que se traga al cerrado, o mejor, una bocaza que se alimenta de los medios puros. El mismo terror del “Expreso de Oriente”, que se enmarcó él solo, o esa lejanía metálica de los desechos industriales. Es probable que Suaza sea lo mismo que Suiza, y una treta de Filo nos lo haya quitado de la memoria. Así como aquellas máquinas de coser se fueron convirtiendo en animales robotizados, o esas manzanas adquirieron la redondez de lo lúbrico o la dimensión del amor, o ese autómata consiguió una sonrisa a pesar de la cremallera de su boca, o las frutas rompieron en crestas del siglo XXI, o las hélices se deshicieron en colores flotantes. Todo cambiado, todo transformado. Ya no el surrealismo azul o el realismo mágico, sino la punzada arbitraria por la futurista del realismo fantástico. Como en los acuarios de pájaros-peces mecanizados, arbitrarios pioneros de una nueva raza.
De allá viene Filo y Meno, de Europa y de América, y para acá corre Filomeno con sus números, tijeras, cables anillos, alambres y sustos al rojo vivo. Con texturas lunares o viscerales, o de nostálgicas cortinas florecidas. Con una línea y un trazo que ya son propiedad de su sinrazón. Con unos volúmenes figurados o desfigurados o configurados.
Sobre esa piel arrancada del petróleo, fiel testigo de su mundo industrializado, que atrapada por el grafito, el pastel y sus colores, nos atrae con una lógica oculta, al filo de lo fantástico.
Huilense destacada por el trabajo cultural del canto
Niyireth Alarcón (incentivo del Recogedor de notas)
LA ALEGRÍA DE VOLVER
Por: HECTOR JAVIER GUERRERO SANCHEZ hjguerreros@gmail.com
A mi regreso de una larga ausencia, una creciente alegría me fue embargando poco a poco; y no fue porque hubiera extrañado el colegio y a quienes en el Conocí (lo cual, dicho sea de paso, era cierto), sino por los cambios que empecé a notar.
No era que Wilson Arguello se hubiera vuelto serio y detestara andar poniendo sobrenombres a todo el mundo junto con Martillo o que Pepo ya no llenara todo alrededor con una de sus estruendosas carcajadas o que el personal completo de EXALUMNOS de undécimo año 1992 no anduvieran por ahí "pidiendo el favor" y leyendo y aplicando la urbanidad de Carreño, o a LEO Y SORBETE sin encontrarse un día.
Todos en mi corazón seguían siendo los mismos que dejé al partir, con sus virtudes y defectos como las tejas del comercial: únicamente pasándoles los años. La diferencia consistía en que había un cambio de actitud: todos y cada uno se dedicaban a sus labores con el convencimiento de que la mejor recompensa es un trabajo bien realizado y una sociedad mejor.
Hoy todavía no sé si lo que observé fue una realidad duradera o si fue simplemente los efectos que produce la alegría del regreso.
Con esto sólo quiero aprovechar la oportunidad para dejarles conocer mi deseo de que todo lo que acabo de escribir se convierta en realidad en caso de que no sea cierto y para agradecerles (¡ya era tiempo!) por toda la colaboración y muestras de compañerismo que me prestaron desde el momento en que empecé vivir y a estudiar en el colegio JOSE ACEVEDO Y GOMEZ.
Hoy todos dispersos y en diferentes lugares, hogares, carreras y profesiones nos unen los recuerdos y un sueño. LA REUNION DE EGRESADOS 1992.
Saludos y abrazos a cada uno de mis compañeros y HERMANOS donde se encuentren, siempre estoy en alma y corazón con cada uno de ustedes.
Fundado por misioneros hacia 1708 con el nombre de San Francisco Javier de la Ceja de los Andaquíes. Refundado en 1756 por Elena de Valderrama como La Ceja. Parroquia en 1825, distrito municipal en 1851 hasta 1852, luego distrito de Concepción desde 1898. En 1935 cambió su nombre en honor del prócer José Acevedo y Gómez.
FUEGO el color amarillo. AGUA el color azul. MADERA el color café. TIERRA (naturaleza) el color verde.
Son los 4 elementos cosmogónicos que dan origen al entorno de la vida a nuestros antepasados andaquies y a los actuales habitantes de la región) (Los colores son los mismos de la bandera adicionando el color azul del río Suaza.) Creado el 16 de Noviembre de 2007. Autor: Edgar Mora Cuéllar Diseñador Gráfico - Universidad Nacional Reconocimiento. Debe reconocer los créditos de la obra de la manera especificada por el autor o el licenciador (pero no de una manera que sugiera que tiene su apoyo o apoyan el uso que hace de su obra).
Nota: La nueva versión del símbolo obedece a la necesidad de tener presente que nuestros antepasados los Andaquíes, fueron tan importantes, 252 años antes, como nosotros lo seremos para los futuros Acevedunos. Por lo que se incorpora un gráfico de un petroglifo de nuestra región y la frase "El Pueblo de los Andaquíes".
ACEVEDO
RESEÑA HISTORICA
El nombre actual de Acevedo se debe al deseo de honrar la memoria del Tribuno del Pueblo José de Acevedo y Gómez, muerto en sus montañas. Por iniciativa del historiador huilense ingeniero Joaquín García Borrero la Asamblea Departamental de 1935 aprobó la Ordenanza Número25 que rindió homenaje al prócer de la Independencia mutándole el nombre al Municipio de la Concepción por el que hoy ostenta.
Fundación
La reducción de los Andakí fue una de las preocupaciones principales de las autoridades españolas. Los padres Franciscanos recibieron el encargo de adelantar la fundaciónde un centro en pleno territorio Andakí. Fueasí como echaron los fundamentos de San Antonio sobre la vía que conduce al Caquetá en una eminencia sobre la margen derecha del río Suaza, y los del pueblo de San Francisco Javier sobre la margen izquierda del mismo río, frente a los dominios de la poderosa tribu de los Anayacos, en el sitio de Pueblo viejo. Desde los principios del siglo XVIII los poblados tuvieron diversas alternativas pues los indígenas reducidos eran pocos,frecuentemente se fugaban y los indígenas no reducidos atacaban las poblaciones.
El poblado de San Antonio, donde alcanzó a existir convento, fue abandonado; pero el pueblo de San Francisco se asentó definitivamente en el sitio actual, propicio para la defensa, alrededor de la donación que de estas tierras hiciera a los indios doña Helena de Valderrarna el 6 de agosto de 1756.
Desde los primeros tiempos se veneró la imagen de San Francisco Javier; en 1776 fray José de la Concepción Vicuña llevó imagen de N. Señora de las Gracias que comenzó a ser venerada como Vicepatrona.
En 1825 el pueblo de San Francisco Javier de la Ceja de Andaquíes fue declarado como distrito; en 1842 fue suprimido el municipio y agregado a Suaza, nueve años más tarde fue elevado nuevamente a Municipio con el nombre de La Ceja, pero fue agregado a Santa Librada (Suaza), nuevamente.
A instancias de don Santiago Motta la Asamblea del Tolima expidió la Ordenanza número 32 de 25 junio de 1898 que lo erigió en Municipio con el nombre de La Concepción. Fue su primer a1calde don Gabriel Motta Esterlin, así como su primer párroco fue el padre Esteban Rojas, después Obispo de la Diócesis.
El templo fue proyectado por monseñor Rojas y construido por el padre Ignacio Curt, sacerdote español de grata memoria. Destruido por el terremoto de 1967 fue levantado nuevamente bajo la administración del padre Jesús A. Munar.
RESEÑA GEOGRÁFICA
Límites Generales:
Por el Sur y el Oriente con el departamento del Caquetá; al Norte con el municipio de Suaza; y al occidente con los municipios de Timaná, Pitalito y Palestina.
Altura y temperatura:
Por encontrarse el municipio situado a una altura de 1.348 metros sobre el nivel del mar posee una agradable temperatura media de 22 grados centígrados. Sin embargo debe admitirse que la mayoría de terrenos de esta población gozan de climas más frescos y de gran variedad.
Las estaciones de verano e invierno son bastante marcados en sus períodos lo cua1 constituye la base para la época de desmontes, siembras y cosechas.
Hidrografía:
El río Suaza que nace en las estribaciones del Cerro Punta, en jurisdicción de Acevedo, forma el eje de su sistema hidrográfico. Corre de Sur a Norte partiendo en dos el territorio municipal, y recibe todas las aguas que riegan su extensión.
Por la izquierda recibe el río Riecito y los arroyos o quebradas del Salado, Cascajosa, La Calle Los Ángeles, Cantarito, Atiguache, Carbona, Guache, Marajó, Cangrejo y El Queso; por la margen derecha, los arroyos de Aguas Claras, Quisayá, Danta, La Vargas, Barniza, Cusumbe Tijiñá y Anayaco.
Orografía:
La Cordillera Oriental y su ramal llamado Serranía o Cordillera de La Ceja no solo constituyen su límite natural sino que enmarcan el municipio orientándolo hacia el Norte. Esta circunstancia hace que la topografía de Acevedo sea muy quebrada ya que no goza sino de valles pequeños o vegas en las márgenes del río Suaza.
Las principales alturas comprendidas dentro de la superficie municipal son: en la Cordillera Oriental: Cerro Punta que se prolonga en una serranía hacia el Norte bajo la cual se encuentra la asombrosa Cueva de los Guácharosy el filo de la Esperanza; Serranía de La Ceja; Mesa Alta en los confines con Suaza y el Filo del Frisol en los límites con Timaná.
Sobre la cordillera se encuentra la depresión de la Ceja o Paso de los Andaquíes a 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar, la menor altura que tiene este mole andina en toda su extensión.
Bibliografía
Tomado del Libro Así es mi Huila de Gilberto Vargas Motta, Camilo Francisco Salas Ortiz y Bolívar Sánchez Valencia (Fondo de Autores Huilenses) Colección El Búho y la Serpiente, Neiva 1985. Págs. 117-118.
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COLABORACION ENVIADA POR:
Jamassait Fuentes Quintero
FOTOGRAFIA DE EL ESPECTADOR
La escuela audiovisual de Belén de los Andaquíes
ARTICULO PUBLICADO EN EL ESPECTADOR La fábrica de estrellas Los niños de un lejano municipio caqueteño recrean su vida a través del lenguaje del cine. Alirio González es el comunicador que acompaña a este parche de creadores. Por: Juan Camilo Maldonado T. Cuando Alirio González camina por las calles de Belén de los Andaquíes (Caquetá), los niños lo persiguen como si fuera el líder de un parche de barrio que va rumbo a su guarida, una pequeña casa amarilla en la última cuadra del pueblo, construida a pocos metros de las faldas verdosas del macizo colombiano. Allí funciona, desde hace dos años, la Escuela Audiovisual Infantil de Belén de los Andaquíes. Alirio es su gestor. Un niño de 40 años, de movimientos nerviosos, que habla siempre acelerado, como si sus pensamientos no tuvieran paciencia con sus palabras. “¡Vamos chinos, vamos a la escuela y luego al río!”, los exhorta. Y los niños salen de las esquinas y los solares, brincando acelerados. Algunos ya le han cogido ventaja. Antes del llamado hay ya varios de ellos trabajando en un diminuto cuarto que les sirve de estudio de edición. Jeison Capera, de siete años, lleva tiempo sentado en uno de los dos trajinados computadores instalados en la escuela. El cuarto está atestado de películas y libros, y una ventana en el costado sin vidrio le da la luz necesaria para trabajar. A Jeison le dicen Chilca, de cariño, y aunque aún no sabe leer, edita concentrado la imagen de un billete que camina en la pantalla, gracias a un programa de animación, Flash Player, que maneja con destreza. La historia que edita Chilca es una de las más de 50 películas de dos minutos que estos niños han aprendido a producir gracias al acompañamiento e inventiva de González. Historias cotidianas que hablan de sus padres y amigos, de la escuela y del trabajo, y que Alirio ayuda a estructurar para luego montar animaciones en computador que mezclan fotografías, dibujos, narración y música. “La regla de oro de la Escuela Audiovisual es que no hay cámara sin historia”, explica Alirio. A su lado, Nini Johana Ledesma, quien no supera los doce años, se desenvuelve con pericia alistando el minidisc, el micrófono y los audífonos que va a utilizar en unas horas para entrevistar a un habitante del pueblo que ha tenido la idea de montar un banco de herramientas para los horticultores del lugar. “Es un encargo, como un video institucional”, aclara Alirio. Además de realizar sus películas por pura “recocha”, como repiten, los niños han encontrado la forma de aprovechar lo aprendido para venderles productos a sus vecinos, entre fotos y videos que les encargan. Pero lo más importante son las narraciones de los niños. Chilca trabaja en la historia del papá de una de sus compañeras. Su madre los dejó y “se fue con otro”. En la pantalla del computador, Chilca edita una animación, con muñecos que representan a la familia de su compañera. Hoy, la madre les envía dinero, que Chilca decidió representar con billetes que marchan y vuelan. La vida a pesar de todo Las noches de los sábados, son noche de estreno. Esta vez el turno es para Daleiber, El Gordo. La premier es en su casa, donde sus papás y los niños se preparan para ver proyectada en la pared su nueva producción: Las pistolas del gordo. “Alirio siempre nos dice que las pistolas están prohibidas en la escuela, que a uno siempre le va mal cuando anda con gente armada”, cuenta El Gordo. Pero por fuera las pistolas de juguete están de moda, y Daleiber se compró una. Entre juegos y disparos de balines, el Gordo hirió a un amigo. “Alirio me dijo que hiciera una película y entonces nos inventamos una canción, el Corrido del Gordo. Con ella contamos la historia de las pistolas”, cuenta Daleiber. Alirio tiene muy presente el impacto cultural que ha tenido en ellos el narcotráfico: “Les ha heredado la imagen de la opulencia como mecanismo para alcanzar el éxito. Mucha gente acá vive de eso, es lo que hacen para traer comida a la casa”. Esta realidad aparece en sus historias, pero sin la mediación del mundo adulto. La película Los Raspachines, por ejemplo, realizada por los tres hermanos Capera, recrea un día en el que tres raspadores de coca recogen la hoja como parte de su rutina cotidiana. “Es su diario vivir –dice González–, no lo ven como algo malo”. Para Alirio es importante que sean los niños quienes propongan no sólo el argumento de los cortos, sino la manera como éstos se cuentan. Ellos deciden a qué apuntarle, qué marco darles a las fotos, qué textos van en los libretos, quiénes son los personajes de sus historias y la mejor manera de dibujar las ilustraciones que alternan con las fotografías. Y así, en medio de una zona donde los relatos de la guerra y la droga son la norma, Alirio los deja contar lo que ellos quieran, con la paradoja de que el conflicto nunca es protagonista de su narrativa. “Ellos no están escondiendo su realidad, pero tampoco están contando un mundo de guerra. Sus formas de contar nos enseñan a no quedarnos dando vueltas en la guerra. Hay guerra, pero la vida sigue”, escribió recientemente en el libro Ya no es posible el silencio, editado por la organización alemana Friedrich Ebert Stiftung Territorio Andaquí Al lado de Belén hay una modesta colina. En su cima, junto a un santuario construido para la Virgen de Las Lajas, un montón de “construcciones ecológicas”, como llama Alirio a los búnkeres del Ejército, resguardan este punto estratégico. “Este es mi pueblo”, explica Alirio, mientras observa la llanura sin fondo que une al Caquetá con el Putumayo, “seis mil personas rodeadas por sólo tres fincas”. Durante 11 años, Alirio ha sido promotor de Radio Andaquí, una exitosa iniciativa de comunicación ciudadana, ubicada a las afueras del pueblo, desde donde niños y adultos voluntarios en Belén hacen sus propios programas. El proyecto, que tiene como eslogan “El territorio Andaquí”, ha fortalecido muchos vínculos sociales del municipio y es hoy fuente de orgullo y cohesión social. “Antes la gente vivía achantada, les daba pena decir que eran de Belén, gracias a la emisora la gente está contenta, nos llaman los Argentinos del Caquetá”, cuenta Mariana García, de 23 años, directora de la emisora. Cuando se le pregunta a Alirio por el efecto que ha tenido el proyecto en la comunidad, tiende a responder exaltado: “La mejor arma contra la guerra es la esperanza”. Por eso anima a los niños para que ahorren parte de lo que ganan en la escuela haciendo fotografías de documentos o vendiendo videoclips a organizaciones como la Unesco. Nini Johana, por ejemplo, está ahorrando para la universidad. “Yo quiero con esto estudiar Derecho –dice con seriedad la niña– y luego combinarlo con periodismo”. Ya tienen varios pedidos, cosa que no sorprende, por el hipnótico carácter de su propuesta. Son historias sencillas que Alirio aprendió a narrar escuchando a los niños y viendo obsesivamente las películas de Tim Burton y Hayao Miyasaki (El viaje de Chihiro). Historias que quiere convertir en series de televisión e incluso en una película realizada cuando crezcan los niños. No resulta difícil imaginarlo cuando se les ve trabajar en su modesto estudio. Alirio ha logrado con ellos lo que muchas escuelas públicas ni siquiera imaginan. Y, como el personaje de su película favorita, del italiano Giuseppe Tornatore, se ha convertido en un auténtico Fabricante de Estrellas. juancamilomaldonado@yahoo.com Alirio y los niños publican sus películas en la página http://escuelaaudiovisualinfantil.blogspot.com/.
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